El jueves temprano partimos hacia La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. La Plata es una ciudad planificada y construida para ser la capital provincial, entonces es ordenada con muchas áreas verdes (una plaza cada seis cuadras) y edificios públicos diseñados por arquitectos internacionales.
En el camino vimos los efectos de la tormenta - muchos arboles caidos o con ramas en el suelo, techos dañados y avisos rotos y tumbados. Notamos una presencia policial importante, porque hoy, Jueves Santo, es uno de los dias de mas trafico desde Buenos Aires hacia las playas. Afortunadamente, nosotros salimos un poco mas tarde que los vacacionistas locales y no tuvimos problemas de tráfico.
Nuestra primera parada en La Plata fue en la Catedral, la mas grande catedral neo-gótica de America Latina.
Su construcción se terminó en los años '90 con la culminación de las dos torres, La Torre de Jesús y La Torre de María. Pasamos primero por el museo subterraneo. (OK, OK, primero conocimos el Café y después el museo)
A salir del museo subimos en la Torre de Jesus - por el ascensor, por supuesto. De allí gozamos de vistas espectaculares de la plaza entre el catedral y el edificio municipal, del detalle del catedral y de su torre central, mas baja que las dos torres principales, pero la única que lleva la cruz arriba.
Entramos en el Templo. Los vitrales son lindísimos. Otra vez van a tener que creerme, porque ninguna de mis fotos le hacen justicia. La Catedral es muy armónica y majestuosa en su diseño y construcción, pero mi sito favorito fue una capilla de oración lleno de luz y paz.
Después hicimos un recorrido por la ciudad para apreciar los varios estilos arquitectónicos de sus edificios públicos, terminando en un parque grande (se me olvido el nombre :) ) sede de, entre otras cosas, el Museo de Paleontología y Antropología.
Y de allí regresamos a Buenos Aires.