Frutillar

Salimos del hotel bajo un cielo gris, hacia Frutillar. En el camino nuestro guía, Elwin, nos habló de la historia y la economia del área. Hicimos una parada para ver un camión cargado con pequeños salmones en ruta a su nuevo hospedaje en una granja de agua salada. Pudimos observar otros camiones entrando el agua del lago para cargar, y mas adelante observamos las granjas de agua dulce en el lago.

El día mejoró continuamente durante nuestro viaje. Llegamos a Frutillar sin mucho sol, y sin muchas esperanzas de tener una vista clara del volcan Troneador, pero nuestro suerte con el clima sigió positiva y durante el día posimos ver el progreso del cono del volan saliendo de las nubes.

Frutillar fue fundado en 1856 como parte del programa de colonización alemán implementado por el presidente chileno, Manuel Montt, encabezado localmente por Vicente Pérez Rosales. Mucha de la arquitectura del pueblo todavía refleja el estilo alemán y, al igual que en Puerto Varas, hay colegios y clubes alemanes que son muy conocido, y aunque nos pareció difícil, las playas son muy concurridas en los meses del verano.

Caminamos por el pueblo, explorando la iglesia y las tiendas de artensanias y tomando fotos. Almorzamos en un restaurant frente al lago.

Después regresamos al hotel en Puerto Varas para recoger nuestras maletas para ir al aeropuerto y nuestro vuela a Santiago. Dejamos a Rafito y Hermann atras. Ellos regresan a Bariloche a esperar a Flavio, el nieto de Herman, y de allí a pescar en San Huberto. Nosotro pasaremos dos noches en Santiago antes de regresar a Venezuela. Es el principio del fin de nuestra aventura.