Pampa Linda y Cerro Tronador

Hoy Jane decidió quedarse para ponerse al día con el blog y descansar.

 Los demás nos fuimos a ver el Cerro Tronador y el Glaciar Ventisquero Negro. El día comenzó con nubes y niebla cubriendo todo los espacios. Partimos hacia el sur de Bariloche pasando la zona donde vive la clase media. Al poco tiempo bordeamos el Lago Gutiérrez y luego el Lago Marcardi hasta donde termina la carretera asfaltada. De allí nos adentramos al Parque Nacional Nahuel Huapi por camino de ripio. Luego de pagar la entrada al parque tomamos el desvío a Cerro Tronador al sur de Brazo Tronador del mismo lago.

El sendero es hermoso bordeando el lago de increíbles colores azules bajo la copa de altísimos arboles de Coihue. La Niebla comenzó a disiparse mientras seguíamos el camino permitiendo vistas muy hermosas desde los distintos miradores donde nos detuvimos para las obligatorias fotos y los ¡Uhhhh! Y ¡Ahhhhhs! en respuesta al espectáculo natural que el camino iba develando.

Nos detuvimos en el Auto Camping Albergue Los Rápidos para una café y usar los baños antes de adentrarnos por la vía hacia Pampa Linda. Esta vía, siendo muy angosta por largos trechos, es de una sola vía y hay horario para subir hasta las 2 pm y para bajar, a partir de las 4 pm.

Pampa Linda tiene cabañas y una Hostería al pie del Tronador, a orillas del Río Manso, el cual seguimos por una buena parte del camino. Sus aguas de color lechoso a causa de su origen en el deshielo del glaciar nos acompañaron hasta la base misma de la montaña.

Luego de una almuerzo muy casero en la Hostería, seguimos el camino hacia el pie del ventisquero. Allí observamos y aprendimos sobre los glaciares y la razón por la cual el hielo allí esta cubierto por una capa de polvo negro.

Pudimos comprender porque se llama Tronador. El hielo que se desprende por el calentamiento del sol y el movimiento del glaciar hace un ruido muy parecido al de los truenos. Mientras estábamos allí pudimos escucharlo y observar el fenómeno.

Luego seguimos hasta al pie mismo de la pared de piedra por la cual caen varias cascadas desde el glaciar superior. La “Garganta del Diablo” no llevó hasta la propia base del acantilado.

A las 4pm se abrió el camino para bajar y llegamos al hotel a tiempo para ir en busca de un corderito patagónico en Don Molino a unos 60 mts. del hotel.